Paquito

Os voy a contar una cosita que nos pasó a Joaq y a mi este martes por la tarde.

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Estábamos sentaditos en un banco en la Herrería en Pontevedra, y se nos acercó un alcohólico que había por allí y nos dice: "Una chica me ha dado un euro, pero yo no pido dinero, pero ahora con este euro me dá para dos cartones de vino". Acto seguido se sienta en nuestro mismo banco: "Me voy a sentar con vosotros porque a mi me gusta estar con gente educada y no con esos.... no voy a decir palabrotas, soy un hombre educado y no voy a decir palabrotas. (el tío va y saca un bote de Dan'Up). Mira chiquitina, no es fresa, es vino, porque soy de Valdepeñas. Sé que molesto y que quereis estar solos y hablar de vuestras cosas, pero estoy muy mal y necesito hablar".

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En ciertos momentos, supongo que de lucidez, lloraba y nos hablaba de su familia: los cuernos de su mujer, que le habían hechado de su propia casa, de sus hijos, de sus hermanos y, sobre todo, de su madre Vicenta, que le quería mucho y nos pedía que la llamáramos para que nos confirmara lo buena gente que era su Paquito.
Por en medio también nos contó que ahora vivía entre cartones porque no tenía a donde ir y que hacía poco que le habían robado todo: ropa, documentación,... todo. Nos decía que no estaba acostumbrado a estar tan sucio "aunque yo no necesito lavarme porque soy limpio" y que fue a Cáritas a por ropa limpia y llorando nos dijo que "llevo unas bragas puestas y no me avergüenza decirlo".

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A cachos se le iba la olla y nos contaba, medio riendo, que estuvo en la tele en un programa de la Esther Arroyo. También nos contó que había sido poli, y que en una misión había perdido los dientes (y la verdad es que dientes no tenía...). En otra misión había sido poli de la infanta Elena y de su marido Urdangarín y que la infanta le agarraba del brazo y le decía que era un tío cojonudo que iba a llegar a algo grande. Eso nos contaba Paquito.

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No sé cuánto de Paquito es alucinación ni cuánto es verdad. Nos dijo que él no quería ser así, que quería volver a ser lo que había sido antes. Nos repitió hasta la saciedad que estaba en su peor momento y cada vez que lo decía lloraba. "Si un hombre dice que nunca ha llorado (gesto de tururú) no es verdad. Todos lloramos y no me avergüenza decirlo. Lloro mucho". A cachos se reía y decía que él estaba destinado a ser grande, a ser famoso, que esto pasaría.

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Sus dos frases más repetidas: " Esto no es fresa, es vino (lingotazo a la botella), porque yo soy de Valdepeñas" y "Paquito no te hundas".

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Paquito se fue a comprar sus cartones de vino sonriendo y feliz porque habíamos estado con él un ratito hablando y éramos gente "educada", de esa gente que habitualmente no le hace caso o que le hablan mal. No éramos gente a la que no quiere insultar porque es un hombre educado. Y por todo esto sé que decía de verdad que quería volver a ser como antes y no lo que era ahora.

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P.D.: Cuento la historia de Paquito porque me pareció un tio cojonudo y porque quiere ser famoso. Entre Joaq y yo os lo damos a conocer, así ya será un poquito más famoso que el martes, jeje. Un bico.